La cubierta del edificio se ha construido como un elemento completamente independiente desde el punto de vista estructural, adquiriendo una profunda sensación de flotabilidad, a 27 metros. distancia sobre el suelo. Los alrededores de los restaurantes forman la fachada a un pomposo y espectacular espacio central abovedado.

Durante la fase de demolición, se eliminaron todas las secciones anexas al cilindro central, conservando solo la fachada original de la Plaza. Como característica destacada, el proyecto incluye la conexión futura de la red de túneles peatonales subterráneos existentes en la Plaza de España y, por lo tanto, la entrada directa de la estación de metro dentro del edificio.